La Semana Santa de Utrera es uno de los acontecimientos, religioso y festivo, más importante de la ciudad, gozando de un enorme fervor entre sus vecinos.
Durante los siete días de la Semana de Pasión, procesionan un total de 13 cofradías recorriendo las hermosas calles y las animadas plazas del municipio, discurriendo todas ellas por una carrera oficial situada en la Plaza del Altozano donde se instalan palcos y sillas. En los desfiles procesionales se aprecia el legado religioso y artístico de las hermandades utreranas, algunas de ellas fundadas entre los siglos XVI y XVIII.
La riqueza patrimonial de su impresionante casco histórico, el legado de hermandades con siglos de historia, el sonido de las bandas de música, las saetas y la idiosincrasia de un pueblo que, de manera espontánea, muestra cada año la devoción y el respeto a sus tradiciones convierten a la Semana Santa de Utrera en una cita imprescindible para el viajero.
Una oportunidad única para dejarse llevar por la luz, el olor y el ánimo que envuelve a la ciudad en la fiesta.
Origen
Los inicios de la Semana Santa de Utrera se remontan al siglo XVI. En todo su desarrollo ha estado fuertemente ligada a los modelos seguidos por las hermandades y procesiones de Sevilla y prácticamente sigue los mismos patrones que ésta, en lo artístico y en lo religioso.
Si bien, este municipio imprime su idiosincrasia y personalidad como se puede apreciar en el paso de la Hermandad de la Trinidad por el arco de la Villa, los cantes de madrugá de los gitanos, las flores rojas y el atuendo negro de la Virgen de los Dolores, o el toque de la matraca en Santa María propio del Jueves y Viernes Santo.
Entre sus particularidades, es de destacar que Utrera cuenta con una trabajadera autóctona – llamada utrerana- que recorre longitudinalmente el paso de la delantera a la trasera, a diferencia de la sevillana, que es transversal de costero a costero del paso, y que es la que se utiliza hoy día en todas las procesiones utreranas, a excepción del Misterio del Cristo del Amor de la Hermandad de los Estudiantes. Del mismo modo, aún conserva un léxico propio como regidor (diputado de tramo), variación (revirá), cuadre (igualá), entrenamiento (ensayo) o clavería (Junta de Gobierno).
Pero más allá, la Semana Santa en Utrera es una de las más importantes de Andalucía por la devoción y el fervor que profesan sus vecinos y por la forma propia en que la ciudad se engalana para recibir el paso de sus imágenes por sus bellas calles empedradas.
Día a día
La Borriquita, perteneciente a la Hermandad de la Trinidad, abre por la mañana el Domingo de Ramos en Utrera. Por la tarde son dos las cofradías que procesionan: La Oración en el Huerto, de la Hermandad de Jesús Nazareno, y La Quinta Angustia. Cuando esta última cofradía pasa por el convento de las Hermanas de la Cruz se coloca la imagen de Santa Ángela de la Cruz en la delantera del paso.
El Lunes Santo desde el Santuario de Consolación sale la Cofradía de Muchachos de Consolación que cuenta con el Cristo del Perdón, talla anónima del siglo XVI, y la Virgen de la Amargura.
El Martes Santo es el turno de la Hermandad de Los Estudiantes. El misterio de la Sagrada Lanzada, presidido por el Cristo del Amor y seguido por la Virgen de las Veredas, bajo palio.
La Hermandad de Los Aceituneros, sale el Miércoles Santo, es la única hermandad gremial de Utrera. Tiene dos pasos presididos por Jesús Atado a la Columna (S. XVII) y la Virgen de la Paz.
El Jueves Santo procesiona de nuevo la Hermandad de la Trinidad, en este caso con el Cristo de los Afligidos y la Virgen de los Desamparados. También hace su salida este día la Hermandad del Cautivo con el Cristo Redentor Cautivo y la Virgen de las Lágrimas. A esta cofradía se la conoce como la de ‘El Silencio’ por su sobriedad.
Ya en la madrugada del Viernes Santo se puede disfrutar de la conocida como la ‘Madrugá gitana’, en la que los gitanos de Utrera le cantan a sus titulares: el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza. Una vez recogida esta hermandad, hace su salida procesional la de Jesús Nazareno, la principal devoción de la ciudad. Su dolorosa, la Virgen de las Angustias, es la dolorosa bajo palio más antigua de la Utrera (S. XVII).
En la tarde del Viernes Santo procesionan las hermandades de la Vera Cruz -corporación más antigua- y el Cristo de los Milagros, la más nueva. Jesús atado a la columna, es obra del siglo XVII y su paso es conocido por sus grandes dimensiones. El palio de la Virgen de los Dolores es una de las joyas de la Semana Santa utrerana. Por su parte, el Cristo de los Milagros es una talla anónima del siglo XVI y sale acompañado de trío vocal y catorce ciriales en alusión a las catorce estaciones del Vía Crucis.
El Sábado Santo vuelve a salir la Hermandad de la Vera Cruz con el Santo Entierro. La Virgen de los Dolores sale ahora vestida de luto. Por último, el Domingo de Resurrección, la Hermandad Sacramental de Santa María realiza una procesión bajo palio con el Santísimo Sacramento, acompañada por las autoridades y hermandades del Consejo General de Hermandades y Cofradías de la localidad.