Braga

Braga es una ciudad ubicada en el extremo noroeste de Portugal, capital de la antigua provincia de Miño y sede de una de las archidiócesis más antiguas de la península ibérica. Es la tercera ciudad más grande de Portugal, tiene actualmente cerca de 200 000 habitantes y ocupa una superficie de 183 km².

Fundada por los romanos hace más de dos mil años, fue capital de la provincia romana de Gallaecia (Galicia) y más tarde capital del reino suevo. La ocupación romana dejó numerosos vestigios que la ciudad ha ido descubriendo y preservando sucesivamente en sus diversos espacios museísticos.

A este respecto, cabe destacar el Museo D. Diogo de Sousa, las Termas y el Teatro Romano.

Ocupada por suevos y visigodos, Braga se vio despojada de su relevancia política y social con la ocupación almorávide en la península a principios del siglo VIII. Restaurada en 1070, tuvo un papel fundamental en la fundación de Portugal como Reino (1128), quedando en manos de los arzobispos como feudo eclesiástico. Ese dominio marcaría su fisonomía, siendo poblada de iglesias, cruceros y conventos, en particular, durante el período barroco.

Braga es hoy, a la vez, una ciudad histórica y moderna debido a los recientes ciclos de desarrollo urbano y cuenta con ejemplares patrimoniales de distintas épocas. La Catedral Primaz es su monumento más emblemático, reuniendo estilos artísticos y tesoros únicos.

También destacan la iglesia de Santa Cruz, la basílica de los Congregados, la iglesia de la Misericordia, la iglesia de San Víctor, y la capilla de los Coimbras, además de las incontables fuentes que pueblan la ciudad. Asimismo, pueden integrarse en el circuito el Arco de la Puerta Nueva, el Palacio de Raio, el Teatro Circo y el Museo de los Biscainhos.

Por su parte, el santuario del Buen Jesús del Monte es el conjunto monumental más visitado de Braga. Declarado recientemente Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, es un memorial de la Pasión de Cristo diseñado principalmente en los siglos XVIII y XIX, con escaleras, capillas, fuentes y una intensa relación con la naturaleza que lo rodea.

Al lado, el santuario de Sameiro es uno de los principales lugares de peregrinación mariana en Portugal. De otro lado, el Estadio Municipal de Braga, diseñado en 2003, es un referente en la arquitectura contemporánea mundial.

La ciudad de Braga, como escenario preferencial de la vivencia de la Pasión de Jesucristo en Portugal, nos ofrece un espacio único para vivir las manifestaciones asociadas a la Semana Santa y a la Pascua. Estas celebraciones están enraizadas en la comunidad desde que se implantó el cristianismo en el siglo IV y la ciudad acabó por lograr un desarrollo especial a través del papel de sus arzobispos, órdenes religiosas y corporaciones seculares.

A partir de 1933, con la creación de la Comisión de Semana Santa, se registró un incremento importante de actos asociados a esta tradición. Desde las seculares procesiones de los Pasos (1597) y del Señor Ecce Homo (1513), hasta las incorporadas durante las últimas décadas por la Procesión del Entierro del Señor (1933) y la renovada Procesión de la burrita (1998), constituyendo todas ellas una celebración de gran arraigo en la zona.

Las calles se visten de púrpura y huelen a incienso. En la Catedral Primaz se realizan las principales celebraciones litúrgicas.

En la basílica de los Congregados se quitan las espadas a la imagen de la Señora de los Dolores. En siete iglesias de Braga se venera el sepulcro del Señor. Y, durante el Domingo de Pascua, estalla la alegría: Se  oyen repicar a lo lejos las campanas. Los cohetes estallan en el aire. Se abren las puertas de las casas y se muestra la abundancia primaveral.